Historia de la aviación comercial en el Chocó

Historia de la aviación comercial en el Chocó

Inauguración del Puerto Aéreo de Quibdó, El 30 de octubre de 1933

Scadta inaugura primera pista de acuatizaje en Quibdó  sobre el  río Atrato

Por: Gonzalo Díaz Cañadas

La historia de la aviación en el Chocó, comienza como caída del cielo. Después de transitar durante más de cuatro siglos por ríos, caminos y trochas. Con la carga al hombro, en medio de la espesa y húmeda selva, los chocoanos malayaban de su aislamiento, diseñaron planes viales para unir a sus provincias, canales interoceánicos que llegaron hasta estudios y  a punta de pico y pala comenzaron a abrír caminos hacia el centro del país, se buscaba una salida al mar, por donde fuera con tal de salir de esta manigua y como buenos católicos ya, pedían al señor que está arriba  una solución.

Y el milagro se hizo realidad,  dos años después de haberse  anunciado el viaje, el 5 de agosto de 1923 el hidroavión “Bogotá “al mando de Franz Berhz[1], un alsaciano que había sido teniente de la Fuerza Aérea Alemana, acompañado de un señor Brokmuller, representante de la empresa Colombo Alemana de Aviación  -SCADTA-,  realizaba un viaje de avanzada por territorios mineros, llegando a Quibdó y otros pueblos como Istmina, Condoto, Opogodó.

El hidroavión proveniente de Barranquilla  luego de un viaje de cinco horas y media  acuatizó a orillas del rio Atrato y en el puerto  que existía en Quibdó para los barcos a vapor que venían desde Cartagena luego de un viaje de setenta horas continuas.
Hidroaviòn Catalina , acuatizando en el río Atrato

El hecho, todo un acontecimiento, estuvo a la altura de la dirigencia chocoana de ese entonces que no escatimó honores y elogios para estos pioneros que rompían la virginidad de los  cielos del Chocó. Sendos actos sociales y atenciones se llevaron a cabo en Quibdó e Istmina, los cuales fueron registrados en el periódico ABC 1921-1923.Un día histórico que marcó el inicio de la aviación en el Chocó y por ende del desarrollo y empuje de esta comarca, cuyos dirigentes y comerciantes tenían ya como salir de estas selvas en pocas horas, por lo que pasaron de la champa al avión.

Scadta llega al Chocó

De aquí en adelante comienzan  a ser esporádicos los aviones surcando estas selvas y casi seis años después se regulariza este servicio que moderniza el transporte en el Chocó.

Periódico ABC, junio de 1929

En el mes de  abril de  1929 comienza de manera oficial los vuelos  de la sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos -Scadta-,  efectuando el primer vuelo entre Barranquilla y Colón en Panamá C.Z., con conexión en el puerto chocoano de Sautatá, en el bajo Atrato[2].

Se ha recibido aquí la noticia que en la semana anterior, se efectuó el primer vuelo de las naves de esa empresa entre Barranquilla y Colon C.Z con conexión en el puerto chocoano de Sautatá, en el Atrato.

 El Chocó se regocija que en el seno de su naturaleza opulenta, los aviones Scadta hayan  encontrado un crucero y una conexión para sus vuelos fecundos, y más se satisface con este trascendental  suceso que ensancha los horizontes por la bandera nacional, porque al adoptar uno de nuestros puertos para el enlace con el exterior , la Scadta coloca a Sautatá, uno de nuestros orgullos, en las que riberas de los grandes rutas del universo, privilegio que reportara al Chocó nuevos y mejores días”  dijo en un emotiva nota dirigida El 23 de abril de  1929 a la empresa el intendente Jorge valencia lozano “  cuenta, púes Scadta con el apoyo que el gobierno del Chocó ofrece gustosamente para cuanto sus servicios lo requieran y esté en nuestras manos suplirle” .

Una semana después de dicho vuelo, en mayo de 1929, el gerente de  Scadta en Quibdó, Jorge E. Díaz, anuncia en primera página del periódico ABC que ha sido establecido el servicio de Aero giros, ventas y pagos en sus agencia del Chocó.

Con complacencia comunicamos al público del Chocó el siguiente informe que se relaciona con el establecimiento del servicio de giros por sumas menores de 200.000 a partir del  1 de junio de 1929. Con esta medida, quienes gustan de hacer envíos clandestinos de dinero, tienen ocasiones evitarse perdidas de las que no se puede hacer responsable la Scadta es posible hacer un desembolso pequeño y no correr el riesgo de perder todo el dinero“[3]
En pocos meses la capital del Chocó comenzó a contar con servicio aéreo y de giros y pagos lo que, de la mano con el auge comercial y empresarial, generaron una dinámica actividad comercial, ejercida por comerciantes sirio libaneses, antioqueños y chocoanos, que aprovecharon el boom minero con la presencia de empresas extranjeras, que convirtieron a pueblos como Quibdó, Istmina y Andagoya en aldeas cosmopolitas, que cuentan con automóviles, fábricas, plantas de luz, teatros, imprentas, periódicos, comercio en general, víveres y alimentos importados,enlatados,licores, se volvieron comunes  en el amplio mercado local, para abastecer, al menos, a quienes tuvieran la capacidad adquisitiva.


Y, de igual manera, comenzaron a ser habituales los viajes entre Quibdó-Sautatá–Barranquilla, lo mismo que en otras rutas como Quibdó-Buenaventura, Quibdó-Cartago.

Expedición Científica           

La Empresa de aviación Scadta anunció en mayo 21 de 1930 que tenía programando para estos días una expedición al mando del hábil fotógrafo Mr. Hauck, con el objeto de tomar aerofotografías, por cuenta de particulares, siendo esta la ocasión para que los señores industriales hicieran tomar vistas, desde el aire, de sus fábricas, ingenios; de que la Intendencia Nacional contratase vistas de sus obras públicas y edificios y que los particulares también las hagan tomar de aquellas propiedades suyas que tengan una posición tal, que haga aprovechable la aerofotografía, por estar en sitios destacados, o expuestos.

La agencia de la Scadta en esta ciudad vendió copias de dichas imágenes a un  costo de $ 75,00 por el juego de tres, así: dos copias del negativo y una ampliación de 30 x 40 cms., con entrega del negativo.
Fotografias tomadas desde los aviones de Scadta en Quibdò,  1930
El trabajo realizado por Scadta, empresa que posteriormente pasó a  manos de Avianca, incluyó imágenes que aún se conservan en el Museo de Arte Moderno de Bogotá[4] y en la propia empresa, que corresponden  a tomas aéreas de Istmina, Río San Juan por Tadó, Andagoya, Sapzurro, Sautatá, Dragas en el río Condoto, etc.[5]

Se inaugura el Puerto aéreo de Quibdó

La Intendencia del Chocó en la administración de Emiliano Rey Barboza construyó luego un Aero Bar a orillas del rio Atrato y el mismo se convirtió en el sitio de moda durante varios años, referente y fuente  de  noticias. Quién llegaba o quién viajaba y el motivo del mismo era información para la prensa local.

El 30 de octubre de 1933, a las 11 de la mañana, se da un nuevo paso importante para el desarrollo de la aviación y el compromiso de la dirigencia con el mismo, cuando fue  inaugurado el aeropuerto de Quibdó, en un histórico acto que contó con el representante de Scadta en Buenaventura don Paul Bloch.


La obra fue construida en la administración del Intendente Nacional Emiliano Rey Barboza quien declaró oficialmente inaugurado el Puerto Aéreo de Quibdó, ubicado a orillas del rio Atrato, dotado de una rampa de cemento, con capacidad para toda clase de hidroaviones y de anfibios, inclusive los trimotores, más el edificio de espera, dotado de servicios sanitarios. Estaba ubicado al norte de la ciudad, frente a la Fábrica de Licores   y en el lugar donde habían acuatizado los aviones.


El Aerobar como era conocido, tenía en su cubierta el nombre de Quibdó  y por el mismo desfilaron visitantes ilustres  como Gabriel García Márquez, Jorge Artel, Gonzalo Arango, Leo Matiz, Nereo López; presidentes como Alfonso López Pumarejo, Eduardo Santos, antes de su posesión, al igual que ministros, intendentes, gobernadores y todo la sociedad chocoana de ese entonces que tenía ya un vuelo semanal al interior del país. Había una rampa de cemento inclinada para que pudieran arrimar los hidroaviones. Eran aviones pequeños de cuatro o seis pasajeros que traían además el correo para la región. Las naves seguían luego para Istmina, Tadó, Andagoya, Buenaventura y Tumaco. Después regresaban por la misma ruta, hacían escala en Sautatá y seguían hacia Barranquilla.
Llegada del periodista de El Espectador Gabriel García Marquéz 

Al acto inaugural asistieron más de dos mil personas, autoridades civiles, eclesiásticas. La obra considerada en su momento uno de los mejores aeropuertos fluviales del país, fue construida por el ingeniero chocoano Rodolfo Castro B., uno de los pioneros de la ingeniería civil en el Chocó, el mismo que ejecutara los trabajos en las vías Quibdó-Istmina y Quibdó–Bolívar, entre otras obras importantes.

Con el titular “Ayer a las 11 del día fue inaugurado el aeropuerto de esta ciudad”, el periódico ABC, del 31 de octubre de 1933, destacó en primera plana el hecho:

“Ayer a las once de la mañana por medio de un aplaudidísimo discurso en el que hizo un grande elogio de las personas que colaboraron en la construcción del aeropuerto, el señor Emiliano Rey Intendente Nacional del Chocó, declaró oficialmente inaugurado el puerto aéreo de Quibdó.
Pilotos en aerobar de Quibdò


Desde las primeras horas del día se notaba en la ciudad el movimiento producido por tan fausto acontecimiento. Cerca de 2 mil personas rodeaban la casa del puerto y sus alrededores, cuando apareció en el aire la primera máquina de la Scadta. El piloto saludó a la ciudad con varias vueltas en el aire y fue recibido personalmente por el señor Rey; una tronadora salva de aplausos y vivas a Alemania y a Colombia siguió al saludo presentado por la primera autoridad de la Intendencia.

A las diez y treinta minutos hizo su aparición “El Atlántico “y pocos minutos después acuatizaba felizmente. Adornaban la fiesta un grupo de damas de nuestra alta sociedad, el señor Prefecto Apostólico y el R. P. Astraín.


A las once menos diez minuto el Prefecto Apostólico impartió su bendición sagrada y roció con agua bendita las cabezas de los asistentes.

Acto seguido ocupó la tribuna el Intendente Nacional quien pronunció una magnifica pieza de oratoria. Haciendo gala de una generosidad magnifica el señor Rey declaró sacerdote a la gratitud de la ciudadanía, al doctor Rodolfo Castro, a cuyo tesonero afán se debe la culminación de la obra, a todos los obreros y trabajadores que lo secundaron. El intendente fue interrumpido repetidamente por nutridos aplausos,  salidos sin distinción alguna de todos los grupos asistentes.

Ni una sola frase de autoelogio, en todo caso suficientemente merecido, se oyó en el discurso del señor Rey, fue una pieza, una verdadera pieza con la que obligó a los oyentes a repetirse mentalmente lo que los labios del Intendente callaron por modestia.

Ocupó la tribuna en seguida el Dr. Joaquín Castro Oñate el cual tuvo para el Intendente frases de elogio por su administración y energías.

En nombre de la Scadta habló con Jorge E. Díaz una lúcida exposición sobre el valor de la obra y tuvo frases merecidas para el doctor Rodolfo Castro, para el señor Rey y para la compañía que representa.

El representante de la Scadta en Buenaventura, señor Paul Bloch, en cortas frases agradeció las demostraciones de cariño para Alemania, su Patria, quería y recalcó el hecho de lo profundamente ligados que se encuentran los dos pueblos. Él fue sinceramente ovacionado.

Al compás de la banda de música se bailó animadamente durante un par de horas y a la una de la tarde se disolvió la reunión por cercarse la hora de regreso de los aviadores.-“[6]
Llegada del gobernador Guillermo Valencia Ibañez en el hidroaviòn Catalina

La empresa Scadta, con sede en Barranquilla, bautizó uno de sus  hidroaviones con el nombre de  “Chocó”, el cual se accidentó  el 17 de mayo de 1929 cuando viajaba a Puerto Berrio (Antioquia), estrellándose contra un barranco y sobreviviendo pasajeros y tripulación.

El beneficio de la presencia de la compañía aérea para  el Chocó, lo resume Emiliano Rey, quien fuera intendente del Chocó  en tres oportunidades y uno de los hombres más influentes del Chocó en la primera mitad del siglo XX.

El Chocó dejo de ser una leyenda para los colombianos desde el día en que la Scadta tuvo el acierto de escoger su ruta para el comercio entre dos mares. Lo que no pudo hacerse en un siglo, no obstante la inspiración de Bolivar en su célebre carta en la que abogaba por la apertura del canal de San Pablo, lo verificó la aviación con una sola semana de estudio. Es natural que la aviación no realice el prodigio en la forma de amplias proyecciones  que podría estimular un canal, pero ha logrado unir los espíritus en pocas horas de vuelo y eso ya es mucho para una zona privilegiada que estaba condenada por la vorágine tropical a permanecer alejados de sus hermanos del interior”.[7]
Visitante llegando al Aero Bar de Quibdò

En 1943 constituida la empresa Avianca  presta sus servicios de correo y pasajeros en la Intendencia dos veces por semana (martes y jueves) en las siguientes rutas:[8] Martes: Turbo-Quibdó-Chiquichoque(Andagoya)-Buenaventura; Jueves: Buenaventura-Chiquichoque-Quibdó-Turbo.Para esta época ya hay establecidas agencias para este servicio en Quibdó, Istmina, Condoto y Andagoya.


Del Atrato al  Caraño

La navegación en hidroaviones presentaba algunas limitaciones para los chocoanos y viajeros que salían del departamento y que tenían que tener como punto de destino obligatorio Buenaventura, Barranquilla,Cartagena,etc tendiendo las personas que seguir el trayecto por vía carreteable, tren o por aviones.

El historiador Marco Tobías Cuesta Moreno recuerda como los estudiantes de colegio y bachillerato marchaban  como protesta por las calles de Quibdó con aviones de cartulinas exigiendo un aeropuerto, animados por dirigentes de la época.

Debido también a los cambios tecnológicos y a los nuevos requerimientos normativos de la aeronavegación en Colombia, lo mismo que al proceso de expansión y ordenamiento urbanístico en Quibdó, la pista de acuatizaje y su infraestructura es reubicada del río Atrato al sector urbano conocido como El Caraño, en la vía de salida a Medellín. A pocos metros sobre la vía estaba ubicado una base del batallón Bombona y un retén de la Policía.

Don Luis Felipe Prado,  en relato al periodista Efraín Gaitán O. recuerda, “ El intendente Vicente Barrios Ferrer hizo un llamado al pueblo para que colaborara para un campo de aterrizaje que se construiría detrás de la Fábrica de Licores. Los empleados públicos colaboraron con un día de salarios que les fue  descontado de la nómina y las damas organizaron bingos. Pero comenzado, fue suspendido por cuanto había que elevarlo metro Y medio para que el rio no lo inundara. Fue entonces cuando pensaron en los terrenos del Caraño. En 1958 cuando quisieron implantar la violencia en el Chocó, llegó el Batallón Bombona al mando del capital Víctor Hernández y del sargento Lalinde. Con su presencia vino la calma y como no tenían en que emplearse los soldados, el intendente los interesó para que construyeran el aeropuerto. Trajeron cuatro buldozer manejados por los mismos soldados Al ejército se le debe pues el aeropuerto de Quibdó” [9] .
Primer Aeropuerto de Quibdò en el sector el Caraño
“La empresa Colombiana de Aeródromos está realizando, a lo largo y ancho del país, una verdadera revolución de transporte aéreo. El aeropuerto de Quibdó es una de estas obras ambiciosas y con visión hacia el futuro, que adelanta la empresa gerenciada por el coronel Téllez. La pista de aterrizaje se construye en terrenos que desafían la paciencia y la ciencia de los mejores ingenieros. Todas las condiciones para imposibilitar la construcción de un aeropuerto han sido superadas por esfuerzos de los técnicos colombianos”, señalaba un artículo sobre el Aeropuerto de Quibdó, publicado en la revista del DAS en 1954, que dedica su edición al Departamento del Chocó.

En vista de los serios problemas que surgieron al iniciarse los trabajos del aeropuerto, la empresa envió  al doctor David Guerrero, quien hubo de afrontar los tropiezos y quien desafiando a la misma naturaleza dirigió, con terco patriotismo la construcción.

Primero se localizó un terreno con drenaje suficiente para contrarrestar la destructora acción de las inundaciones y del lodo. Esta tarea ocupo varios meses de exploraciones en las selvas y en los pantanos. Vinieron luego las obras de desmonte de la futura pista.

Algunos datos ilustraran a los lectores y darán una noción exacta de la magnitud de la obra de acuerdo al informe de sus constructores: …” hasta la fecha se habían desmontado cien hectáreas de terreno; el personal de empleados está integrado por dos ingenieros, tres trabajadores de nómina, veinte conductores, un mecánico, cinco ayudantes, ocho expertos en el manejo de bull-dozer y sesenta y ocho obreros; se emplean dos bull- dozers d-8, dos bull- dozers d-6, 16 volquetas, una motoniveladora, un power- waggon y un pick- up han sido removidos cuatrocientos mil metros cúbicos de tierra; los rellenos necesitan quinientos mil metros cúbicos de tierra; la pista tendrá una longitud total de mil ochocientos metros; la amplitud de la base de 40 metros; la zona de seguridad a cada lado será de 37,50 metros; se espera poder entregar la obra terminada en marzo de 1957 y con una inversión de dos millones  y medios de pesos colombianos”.
Primera pista de Aterrizaje en Quibdò


Para dar  idea de las dificultades impuestas por la misma naturaleza podemos agregar que las lluvias alcanzan 12 metros por año y que esto permite que el terreno se encuentre seco: además, se trabaja con una temperatura media de 28 grados centígrados.

Será, al decir de los atendidos, el único aeropuerto del mundo construido enteramente sobre yacimiento de oro y platino.

En 1957 el Departamento Administrativo de la Aeronáutica Civil  termina la construcción  del  primer aeropuerto en el sector del Caraño, donde funcionó por cerca de dos décadas. El terminal construido contaba con una torre de control y una caseta utilizada como sala de espera. Años más tarde en 1971 por ordenanza departamental e iniciativa de Antonio Maya Copete se le daría el nombre de “Álvaro Rey Zúñiga” en honor al primer piloto chocoano.
   
En 1958 existía un servicio regular de transporte aéreo interdiario con aviones DC-3 a Cali y Medellín, desde Quibdó y Condoto. Los servicios para Acandì y Unguía se prestan semanalmente y eran atendidos por Aerotaxi. En Bahía Solano, el servicio aéreo todavía era irregular, aun cuando el aeropuerto estaba en capacidad para la operación de naves tipo DC-3 y similares[10].

Vendrá después Avianca, la nacionalizada Scadta, y otras empresas de aviación como Cesnyca, Aces, Satena, Tavina. Desde hace ya una década Aires, Aexpa, ADA, Easy Fly y una serie de empresas de carga que prestan servicio a esta región, dada la dinámica y buena capacidad del actual aeropuerto.
Avión de la empresa Cessnyca llegando a Quibdò


En la década de 1980 el terminal del aeropuerto es trasladado unos  400 metros arriba del lugar original, cerca al sector conocido hoy como las Américas, barrio residencial que se crea en sus alrededores. Allí funcionó por cerca de 30 años, hasta que en el gobierno del presidente Álvaro Uribe fue remodelado y modernizado y también privatizado.

Hoy Quibdó cuanta con un moderno aeropuerto, con pista aérea iluminada para la aeronavegación nocturna, terminal de carga, estación de bombero, bomberos, torre de control, radio ayudas y se proyecta un moderno centro de servicios que estará culminado  en el 2017.

Hoy Quibdó cuenta con un moderno aeropuerto y centro comercial de servicios, que facilita a altos costos la comunicación con sus regiones y el interior del país, con un tráfico de más de 62 vuelos diarios. Distinta suerte corren otras regiones del departamento con 8 aeropuertos  ubicados en  Condoto,Acandi,Riosucio,Nuquì,Bahia Solano, Jurado, Pizarro, que cuentan con precarias pistas de aterrizaje que vienen siendo intervenidas, habida cuenta la gran necesidad de comunicación de sus pobladores y turistas.

La comunicación  en el Chocó ha sido una dura paradoja, en una tierra de contrastes, que ha trasegado por diversos medios, donde hoy sus pobladores ribereños continúan usando la tradicional canoa impulsada por la palanca, el motor fuera de borda,carreteras y caminos pedregosos y la aviación como la máxima expresión para acercar las distancias, aún continúan sin llegar a muchas poblaciones del Chocó, los hidroaviones que acuatizaban en los ríos fueron prohibidos por el gobierno nacional, truncando, esa posibilidad, ante la falta de pistas de aterrizaje.


[1] Luis Fernando González Escobar, “El primer avión”, en: Apuntes chocoanos, Medellín, Catíos, 1996, pp. 15 a 22.
[2] A.B.C., Quibdó, núm. 1928, 18 de mayo de 1929, p. X..
[3] Ibíd., núm. 1948, 27 de mayo de 19XX, p. X.
[4] Historia de la Fotografía en Colombia - Año 1922, archivo Scadta. Mejorar la referencia
[5] Periódico ABC, Mayo 21 de 1930. Mejorar la referencia según normas

[6] Por Repórter en A.B.C., Quibdó, núm. X, …….
[7] Periódico ABC, Número extraordinario, octubre 12 de 19332 palabras el intendente Emiliano Rey comenzó su informe sobre la intendencia del Chocó 1932-1933.
[8] Geografía Económica de Colombia  Chocó, Tomo VI Contraloría General de la República, Bogotá 1943.
[9] El Chocó de la A a la Z Tomo I, Efraín Gaitán Orjuela, noviembre de 2007.
[10] Plan de Fomento Regional para el Chocó, Departamento Administrativo de Planeación y Servicios  Técnicos, 1959-1968.

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