Expedición tras las huellas de Nóvita Viejo, cuna de la historia del Chocó

Por: Gonzalo Díaz Cañadas Era un sueño aplazado de varios años, ir a descubrir en medio de la selva chocoana los vestigios de una ciudad poblada desde 1709 en donde habitaron durante más de un siglo españoles, criollos y esclavos negros traídos desde África para el laboreo de las minas, cuyos dueños eran familias de la aristocracia payanesa y caucana.
Cogimos desde la vía Nóvita Cartago, pasando por la antigua quebrada del Ají, entrando por la quebrada la Tinaja, pasando por la quebrada la boca toma del acueducto del municipio donde hay que hacer una primera parada, pues comienza el ascenso, nos adentramos a la loma de Narciso con cercanía a la quebrada la Bodega antigua quebrada de los esclavos, pasando por la quebrada Palmaseca ya en inmediaciones del paraje arqueológico de Novita Viejo, bordeamos la quebrada hasta pasar por las cuevas, un cementerio, los canalones y siguiendo el borde de la quebrada extensa que recorre todo el paraje hasta la quebrada Abajo que se une con las aguas de los canalones hasta ir llegando a la quebrada antigua de San Bua y de allí se extiende hasta llegar al río Cajón en jurisdicciones del municipio de Nóvita. Sobre la ubicación exacta del viejo poblado, trasladado al actual San Jerónimo de Nóvita, no hay una información precisa, ni ha sido posible su hallazgo a pesar de varias expediciones y recorridos que han realizado en los últimos 20 años. La última experiencia la vivimos el 22 de diciembre de 2024 el antropólogo Rafael Perea Chala, los gestores culturales Douglas Cujar, Gonzalo Díaz Cañadas y como guía y anfitrión Didier Gómez de la Fundación Cultural de Nóvita, quienes tomaron el camino... Durante varias horas escalaron lomas a través de brechas que abre el agua en medio de las montañas por donde escasamente cabe una persona, hasta llegar a una planicie donde se evidencian algunos canalones en piedras en medio de quebradas que fueron asentamientos de los entables mineros en las inmediaciones del poblado de Nóvita cuando era a inicios del siglo XXIII capital de la Provincia del Chocó y el poblado más importante con casa de Gobierno, Iglesia, taller de fundición del oro que salía hasta Popayán y después en cajas reales hasta España. Se dice que en esta época el oro afloraba en la superficie y a través del mazamorreo de se extraía con destino a las alforjas de la corona española durante el período de la Nueva Granada.
En medio del recorrido por orillas fangosas, donde las botas de los expedicionarios se enterraban una y otra vez hasta la rodilla, dificultando el paso de los aventureros, que fueron encontrando algunas piezas de cerámica en porcelana y barro de al parecer vasijas que utilizaban quienes laboreaban en los entables mineros dispersos en las quebradas de Aguaclara. "Los vestigios deben ser sometidos a pruebas técnicas en laboratorios de estratigrafía para determinar su composición, edad e importancia arqueológica" exclamó el antropólogo Rafael Perea Chala, quien por segunda vez incursionaba en el área en busca de la ciudad perdida de Nóvita Viejo , la misma de casonas en madera que fueron desmontadas algunas y abandonadas otras y sobre las cuales se estima fue cubierta nuevamente por la selva, dificultando su localización y porque no el trazado del poblado. El antropólogo chocoano expresa "Vamos a requerir información satelital, geográfica, cartográfica e histórica sobre las descripciones del área que sobreviven en la literatura y la tradición oral, para tratar de identificar la ubicación exacta del poblado, lo que requiere de un trabajo de mayor envergadura y logística para que la expedición arqueológica pueda realizar un barrido general del área, que permita dar sustento a la solicitud al Ministerio de Cultura de su inclusión y declaratoria como sitio de memoria sobre el período de la esclavización afrodiasporica. Nóvita panteón esclavo del Chocó Según narran la monografía de Nóvita descrita dentro de las memorias del Primer Simposio de Selva Húmeda realizado por la UNESCO en 1954, esta población fue célebre en épocas de la colonia española y con los comienzos de la República, Nóvita fue uno de los grandes centros productores de oro para España y para el Cauca Grande. En la cabecera, desde los primeros días de su fundación, residieron nobles y ricos hombres peninsulares que explotaron la minería para el rey y para el herario, situación que pudo ser sostenida mientras era fácil disponer de indiadas sujetas qué costaban apenas la alimentación y de negros esclavizado. Después de la libertad de los esclavos, esas familias salieron del Distrito y emigraron a Cali, Popayán, Bogotá y Quibdó en donde sus descendientes conservan el recuerdo grato de la villa que quedó en la historia y en la selva y de la que todavía se oyen relatos de costumbres y de hazañas conservadas por el recuento de padres a hijos. Salieron al interior del país, por aquella época, los troncos de familias ilustres cuyos apellidos han sido y son honra y pro de la nación: De Diego, Martínez, Quesada, Mallarino, Argáez, Holguín, Bueno, Guzmán, López, Camacho, Hurtado y otros dentro de los cuales hubo presidentes de la nación, parlamentarios, juristas, escritores, y muchas otras actividades con las que muy egragios varones dieron luces a Colombia y al terruño. Se dice que fue fundada Nóvita en el año de 1.709 en un sitio conocido hoy con el nombre de Nóvita viejo, quizás por un señor de apellidos López y Hurtado. En 1.854 fue trasladada la localidad al lugar que hoy ocupa y a la que se dio el nombre San Jerónimo de Nóvita。 Con el encarecimiento y la escasez de los brazos por la libertad de los esclavos y por las innumerables y crecientes dificultades que crearon nuestras revueltas intestinas del siglo pasado, esas gentes abandonaron a Nóvita, instalándose en el interior del país en Quibdó e Istmina, por lo que la localidad vino a menos frente a la falta de suficiente vecindario, perdiendo en poco tiempo la condición de capital de la Provincia del Chocó, que había conservado hasta 1.851, año en que se la arrebató Quibdó, Hasta 1.903, fue capital de la Provincia del San Juan, pero había llegado a tal extremo la emigración de noviteños, que fue necesario erigir a Istmina como capital de la Provincia del San Juan. Hoy toda esta importancia converge en la necesidad de crecer un museo en esta emblemática población que dé cabida a los vestigios históricos que se han conservado. En Nóvita está la iglesia matriz del Chocó conservando joyas religiosas de la Colonia. Por: Alcides Rojas Peña
Es la Iglesia matriz de las del Chocó, como que su antigüedad se remonta al año 1543 y cuyo culto ha venido desde entonces funcionando, aunque con interregnos más o menos largos hasta nuestros días. No era la única de la Comarca, pero sí la única que, desde aquel año por la acción constante del Sacerdote y la cooperación de sus habitantes, fue estableciendo un sistema parroquial, firme, del cual aún se conservan preciosos vestigios. Esta Iglesia llegó a su mayor esplendor cuando denominado políticamente el Chocó Departamento, cuya capital fue Nóvita, se ufanaba por emular con la Catedral de Popayán. Entonces sus feligreses hicieron gala de su religiosidad, y todos, a porfía, pusieron a contribución el contingente de su buena voluntad, adornando su templo con un precioso altar de plata, vasos sagrados y valiosas donaciones, consistentes en lotes de tierras. La primitiva Iglesia fue construida en Novita-viejo, lugar distante del actual una legua, poco más o menos, y fue importante, así por la respetabilidad de su sociedad como por haber sido «real de mina». Ahí nacieron dos hombres ilustres que ocuparon el Solio de Bolívar y Santander: los doctores Carlos Holguín y Manuel María Mallarino. Se cree que lo retirado del lugar y, sobre todo, la libertad de los esclavos, fueron las causas, entre otras, para que trasladasen la población al lugar que hoy ocupa, llamado Nóvita a secas. La Iglesia de San Jerónimo de Nóvita, una vez erigida canónicamente, empezó a ser objeto especial, tanto de sus párrocos y rectores como de las familias nobles y pudientes, de solícito cuidado: los primeros, estableciendo la vida pastoral, aparroquiando a los fieles. Las segundas, dotándola de ornamentos y vasos sagrados de primera calidad.
La época del mayor esplendor de esta Iglesia comprende del año 1649 a 1849 en que se decretó la libertad de los esclavos, bajo el gobierno del doctor José Hilario López. En este período la Iglesia de N6vita adquiere para su templo un valioso y artístico altar de plata martillada, preciosa reliquia que guardan con veneración y respeto sus feligreses, y las no menos admirables de su Custodia, Cáliz, Corona, Rosario y Cordón de oro de finos quilates, alhajas éstas que adornan la Imagen de la Virgen en su dulce y consoladora advocación del Santísimo Rosario. Era de verse reza la historia, matronas venerables por su abolengo y riquezas, al lado de humildes y pobres negras; salientes caballeros de la aristocracia, representantes del comercio y de la autoridad, junto al infeliz esclavo o al afortunado manumiso. La admiración subía de punto cuando todos, en bello desorden, se agrupaban ante el altar donde, entre mil luces, brillaba la imagen de María, o cuando bajaban sus gradas, en respetuosa actitud, después de haber recibido al Dios tres veces santo'". "A raíz de la libertad de los esclavos, empezó la decadencia de Nóvita por el retiro inmediato de la máquina humana. La Religión, empero, no amenguó y la Iglesia de San Jerónimo de Nóvita siguió celebrando sus festividades clásicas con toda pompa y solemnidad. En esta época se efectúa, con el dela población, el traslado del templo de Nóvita viejo a Nóvita y la Iglesia adquiere las propiedades, de Dogazá y la Peña y otras, EI templo fue edificado en la calle «colorada» y permaneció hasta el año 1884 en que fue trasladado a la calle de la «Iglesia» en lugar que ocupa actualmente. De 1884 a 1905 aumenta de modo prodigioso tanto la piedad como la largueza de los feligreses dando todo ello por resultado un movimiento religioso que emula con el de los primeros tiempos de la fundación de la parroquia. El templo se decora, se consiguen lindos ornamentos venidos de Paris; se verifica la donación de «Arenal de Bebedó» y las fiestas se celebran con inusitado esplendor. A las festividades religiosas acudían de todas las poblaciones de la provincia. De 1912 en adelante la Iglesia de San Jerónimo de Nóvita queda casi sola por el éxodo de sus fieles a las regiones platiníferas de Condoto y Opogodó, debido al alza de este metal. Cuidan, no obstante, dé volver periódicamente a Nóvita para las fiestas de Corpus, Semana Santa y el Rosario. De 1925 a 1933 los fieles de esta Iglesia se preocupan por renovar el techo de su templo, ya bastante averiado, trabajo que estuvo dirigido por el maestro Luis Felipe Ocampo. Igualmente acometieron la reparación del piso, base, columnas y arcos, obras dirigidas por el maestro Nicasio Rivas, y consiguen una bella y artística imagen de Nuestra Señora del Carmen, una Pila Bautismal, un par de Ángeles para pilas laterales del agua bendita y construyen «el Pequeño Santuario del Santo Cristo». El doctor don Daniel Arias Argáez obsequia, como homenaje a la memoria de su venerada madre doña María Josefa Argáez, nacida en Nóvita dos lindos ornamentos, Su gentil hermana doña María de Jesús Arias Argáez de Pasos, un precioso mantel. Otro, también precioso, la distinguida señorita María Josefa Salazar, dama de nuestra sociedad. El señor don Maximiliano Lozano, la adecuada alfombra que cubre el presbítero, y los ingenieros doctores M.J, Moreau y F. A. Reyes, el científico plano de la fachada del templo que debe sustituir a la actual. La Iglesia obtuvo del Concejo de la ciudad, el terreno comprendido entre la casa cural y la casa modelo, atenta a su idea de fundación de una “escuela apostólica'”. Breves apuntes históricos de la Parroquia de San Gerónimo de Nóvita Tomado del libro BODAS DE PLATA MISIONALES DE LA CONGREGACION DE MISIONEROS HIJOS DEL CORAZON.DE MARÍA EN EL CHOCÓ 1909-1934 QUIBDO Museo "Huellas Etnográficas y Arqueológicas del Chocó “. En el marco de la reivindicación del patrimonio cultural e histórico cobra vida la importancia que para el Chocó y el país significó la población de Nóvita, cuna y ombligo de este departamento durante el periodo Colonial y Republicano, con la necesidad de poder recuperar su memoria, como parte de la esencia ancestral del Chocó. Como capital de la Provincia del Chocó, por muchos años se planteó la necesidad de su comunicación, por los caminos de Ita y Tamaná, posteriormente la vía Nóvita - Cartago, hoy Quibdó - Cali, que lleva más de un siglo en construcción y su última etapa se ha revivido y está en etapa de estudios y diseños para ver si algún día se pueda unir al Chocó con el Valle del Cauca. Desde Quibdó a Nóvita la vía se encuentra pavimentada en un 90. %, permitiendo avances en el crecimiento de la población, que no deja de lado la minería como actividad principal de su economía, desde hace cuatro siglos.
La Nóvita hidalga y colonial vive del recuerdo de Nóvita Viejo, la población cuna que después de un siglo de operaciones como una de las grandes minas de la corona, se trasladó al sitio actual en el año de 1854, con todos sus corotos al hombro de los esclavos, cargando por la selva todo tipo elementos de la cultura material, que han sobrevivido en el tiempo ,con los cuales la Fundación Cultural del Tamaná FUNDACUTAMA y la Parroquia de Nóvita, vienen liderando sin mayor apoyo oficial, la creación del Museo comunitario Huellas Etnográficas y Arqueológicas del Chocó, donde reposaran los objetos que han sido celosamente conservados , con los cuales se ha improvisado un pequeño museo, en el segundo piso de una casa conocida como "La Palomera ", donde con muchas carencias y sin las especificaciones técnicas se exhiben a los visitantes las huellas del pasado. En el sitio está proyectado construir un centro cultural para Nóvita, el cual albergaría el espacio adecuado para el funcionamiento del museo, que se convertiría en un importante atractivo para el turismo cultural y religioso. El museo alberga joyas del patrimonio inmaterial que han sobrevivido por más de dos siglos y que son las piezas de interés, algunas de los cuales requieren ser restaurado, se destacan en la colección la mesa donde se firmó el acta de independencia de Nóvita ,residuos de cerámicas , objetos en hierro y piedra, figuras religiosas, muebles, una escopeta, cruces, cadenas, herramientas de trabajo, entre otros elementos de interés que le dan sustento al proyecto del museo que está reclamando apoyo del Estado. . De igual manera el museo contiene conecta con la Iglesia de San Gerónimo de Nóvita construida en 1884 que alberga figuras religiosas que fueron cargados por la selva con la fuerza de los esclavos, tales como su hermoso altar en madera cubierto de plata remachada, santos, custodia, rosarios, vasos, vestimentas y un Archivo Parroquial con documentos, actas de bautismo, matrimonio y otros hechos allí registrados en el ámbito eclesiástico.
En la actualidad esta riqueza patrimonial no cuenta con la infraestructura necesaria, se encuentra en riesgo en la casa " La Palomera "ubicada en al frente del parque principal, vivienda que amenaza ruina, donde se tiene proyectado por parte de la administración municipal construir un centro cultural, que contemplaría un espacio para el Museo que vienen liderando cultores como Didier Gómez con la Fundación Cultural del Tamaná FUNDACUTAMA, con apoyo de la Mesa de Cultura del Chocó, la Fundación Beteguma. Se espera que entidades como la Alcaldía de Nóvita, el Consejo Comunitario Cocoman, el Ministerio de Cultura, la Gobernación del Chocó, valoren este importante iniciativa para la preservación de este patrimonio y velen por la construcción del museo que permita la exhibición y conservación de estos elementos, con un criterio museográfico que ponga en escena y en diálogo entre el pasado y el presente estos vestigios, detrás de los cuales desfilan personajes e historias de vida, que enriquecen la narrativa histórica de "Nóvita Viejo ", el histórico pueblo que en la época de la colonia fue cuna de grandes personalidades y que llegó parte esencial como la gran mina del Estado Soberano del Cauca durante el estadio de la esclavización y el auge minero, es hoy toda una incógnita su ubicación precisa y va pesar de su búsqueda en varias expediciones, solo han dado cuenta de la presencia de canalones, cementerios de esclavos y el hallazgo de piezas arqueológicas que las lluvias y el agua sacan a la superficie. Sobre el traslado del pueblo en 1854 pasada la independencia de Colombia, se conoce que fue realizado ante la decadencia de la población y la migración de las familias y los amos blancos ante la abolición de la esclavitud. Fueron los negros esclavos Cimarrones quienes con su fuerza y a través de la selva cargaron estos elementos, algunos de los cuales han sobrevivido el paso del tiempo. Este espacio en medio de la selva se propone elevarlo a la categoría como un Sitio de Memoria, antes de que la actividad minera y la avaricia destruyan los secretos que se esconden en medio de la manigua, sobre la Hidalga y colonial Nóvita Viejo. La Asamblea Constituyente del Estado Soberano del Cauca dictó en 1.857 la Ley de 21 de diciembre que dio a Nóvita la categoría de Distrito y lo incorporó a la Jurisdicción de la extinguida Provincia del San Juan. Al frente de este sueño están personas de Nóvita, antropólogos, gestores culturales del Chocó, la Mesa de Cultura, medios de comunicación y los llamados guardianes del patrimonio cultural del Chocó, que vienen trabajando por que el proceso avance y el museo sea una realidad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Canal del Cura: primer patrimonio arqueológico de los chocoanos. Por John Antón Sánchez, antropólogo

Inicios de la Radio en el Chocó con Cesar Díaz Ferrer y la emisora “Ecos del Atrato” en julio de 1933. Por : Gonzalo Díaz Cañadas

Rubén Castro Torrijos: Legado musical al folklore chocoano